A las tiendas y vendedores les preocupa la tecnología móvil pero no invierten en ella.

La relación entre las marcas y los dispositivos móviles tiene una cierta condición de paradoja. Los diferentes estudios que se han ido realizando durante los últimos meses señalan que cada vez más las empresas están más convencidas del poder de los dispositivos móviles como elemento determinante para el futuro y para llegar al consumidor. Saben que el móvil tiene una cierta condición de elemento crítico y, sin embargo, los mismos estudios demuestran que lo que están haciendo por cumplir con las expectativas que ellas mismas están trazando es más bien poco.

Un 70% de los encuestados ha asegurado que el móvil está entre sus prioridades top para los próximos años, pero esta concesión no implica sin embargo que estén haciendo muchas cosas para lograr cumplir con lo que piensan que va a cambiar el mercado. Quizás porque además de ese conocimiento, los encuestados también muestran sentimientos de precaución, ambivalencia e inercia ante el terreno móvil.

Además, lo que buscan es que los consumidores puedan acceder a lo mismo que le ofrecen en la web para escritorio pero desde sus dispositivos móviles. Las funciones que más valoran las tiendas de lo que los consumidores podrán encontrar cuando acceden desde el móvil es, según el estudio, capacidades para encontrar tiendas, realizar pedidos, identificar productos a la venta, acceder a reviews o descargar cupones. En el fondo todas estas herramientas son genéricas y no están tan marcadas por lo que el móvil podría hacer.

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